Aplicar una estrategia para mi despacho profesional es de vital importancia. La estrategia es el plan de vuelo que tiene que desarrollar el despacho para los próximos años. Consideramos que existen cuatro ejes estratégicos que debería desarrollar el despacho profesional:
El primero es lo que nosotros llamamos estrategia competitiva. Es aquella estrategia que se fundamenta en la eficiencia de procesos y sobre todo que tiene un impacto fundamentalmente en la mejora del resultado dada esa reducción de costes.
La segunda estrategia es la estrategia de fidelización. Fundamentada en incrementar el valor de la cartera. En definitiva, es el valor de las igualas, de las cuotas que están pagando nuestros clientes y sobre todo es la estrategia que permite la generación de prescripción o de la famosa recomendación de boca a oreja. Esta estrategia implica trabajar también en el modelo de servicio que es trabajar un modelo de servicio que genera precisamente esa recomendación.
La tercera estrategia es la estrategia de crecimiento que se fundamenta en la captación de nuevos clientes y también en la generación de nuevos servicios no solamente sobre nuestra propia cartera sino también sobre el mercado potencial.
La última estrategia sería la diferenciación, es aquella estrategia en la que nuestro despacho es capaz de generar un valor adicional al ser percibido por el mercado y donde el cliente es capaz de pagar más por esos servicios ya sea, porque somos muy especialistas en un sector determinado o bien hemos conseguido una posición dominante en un sector determinado o que realmente tenemos una innovación lo suficientemente avanzada para el cliente perciba que estamos a un paso por delante. Un motivo por el que el cliente es capaz de pagar un precio adicional.
Esas cuatro estrategias se fundamentan también en desarrollar una estrategia tecnológica que acelere y promueva cada una de esas estrategias en este momento en el que la tecnología ha de impulsar y ayudar a los despachos en el desarrollo de negocio.