La base de un buen modelo de control de gestión del despacho profesional es principalmente disponer de objetivos. Aproximadamente solo un 5% de los despachos profesionales fijan sus objetivos y establecen un presupuesto anual. Aunque, realmente el control de gestión no solamente depende de datos económicos si no también de datos de gestión de nuestro despacho como son: el control de las altas, el control de las bajas de clientes, de la medición de procesos, etc. Un ecosistema de datos que debemos estructurar en un sistema nervioso que nos permita identificar dónde está el problema o dónde están las oportunidades de nuestra información.
A modo de ejemplo, podemos hablar de un control de gestión basado en la gestión de la venta por lo que es interesante conocer cuántas oportunidades generamos, cuántos presupuestos cerramos y al final cuál sería el valor medio de nuestra venta o por ejemplo, cuál es el valor medio de nuestros clientes tanto el valor de un cliente teniendo en cuenta si es una sociedad o un profesional. Todo esto son datos de referencia que nos permiten compararnos con otros datos del sector.
Otro ejemplo sería que hay referencias que nosotros recomendamos a nivel de rentabilidad en las que un despacho debe tener como objetivo mínimo el 15% de rentabilidad. Esto no deja de ser una opinión pero es un criterio que basado en la experiencia puede ser un dato de referencia.
Otro ejemplo sería intentar que los costes de personal sobre las ventas no superen más del 60% para conseguir una rentabilidad mínima.
En definitiva, el control de gestión es el ecosistema de información que nosotros tenemos en nuestro despacho y que nos permite comparar con respecto a nuestra competencia o incluso con respecto a nuestros propios objetivos. Por lo tanto, os animamos a iniciar ese proceso de medición de vuestro despacho para mejorar y medir vuestras decisiones.